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sábado, 13 de agosto de 2011

Barranco del Regajo (Sinarcas)

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"El plan B"

Para esta semana me había preparado otra ruta cortita, cercana y con posibilidad de baño final pero tuve la oportunidad de acercarme el viernes por la mañana con mi hijo para ver cómo estaban las pozas y no nos gustó nada el color cenagoso que presentaban y que el río sólo corría apenas en algunos tramos. Quizás propondré esta ruta cuando haya llovido algo y se vea saltar el agua por las rocas.

Ante esta situación tuve que pasar al "Plan B", como Carlos Jean y Mandy, y propuse a los que se habían apuntado dos alternativas para elegir una de ellas.



Elegimos hacer la ruta del Barranco del Regajo basándonos en la descripción que hace Esteban Cuéllar en su libro "Ramblas, barrancos y cañones", en un track de Rocacoscolla y en la página de senderos de Requena-Utiel, pero haciéndola al revés para aplazar lo más posible la hora de nuestra llegada a la zona de los estrechos y así poder disfrutar de un baño cuando el agua hubiera recibido unas cuantas horas de sol.

A la cita acudieron la sin par Almudena, Toni y un servidor.

Para llegar al punto de inicio hay que seguir la A-3 dirección Madrid y tomar la salida de Utiel Este. A continuación seguir en dirección Teruel y cruzar Sinarcas. A la salida del pueblo continuar por la caretera durante 1 km aproximadamente e ir fijándose a la derecha en una carreterita que tiene los carteles anunciadores ya metidos en el desvío. Tras 2 km veremos un desvío por una pista de tierra a la derecha y a 500 m veremos la Ermita de San Marcos.

A las 7:30 llegábamos a la Ermita, donde se encontraban 4 chicas bailando al son de los altavoces de su coche. Una de ellas, dicharachera, se acercó a hablar con nosotros y a pedirnos agua fresca y, cómo preguntaba, Toni le invitó a que se uniera a nuestra "marcha", pero la sonrisa parlante nos dijo amablemente que ellas ya llevaban la suya.

Partimos raudos del lugar pues estaban abonando un campo de cereal y el olor comenzaba a ser bastante desagradable. Dejamos la Ermita a la derecha, desechamos las marcas del PR frontales y cogimos la pista de la izquierda.

Más adelante nos salimos para rodear una viña y enlazar con otra pista, donde seguimos el PR CV 124.2 que nos dirige al barranco, pasando por campos de cultivo de altos nogales.



Llegamos al lecho y al arroyo y vimos un poste con marcas del PR en el lugar donde a la vuelta tendríamos que cruzar el río. Nosotros seguimos adelante por la sendita que circula por el margen izquierdo según viene hacia nosotros la corriente.



Aunque el día se había presentado agradablemente fresco, íbamos siempre protegidos por los altos pinos y chopos y circulando por frondosas sendas ¡en Agosto! y poco transitadas .

Llegamos al lugar donde confluyen hacia nosotros dos barrancos, el del Arroyo de la Tobilla y el de la Hoz. Seguimos el primero por la pista de la derecha y enseguida vimos al otro lado las formaciones coloridas de las laderas de Los Yesares.




Seguimos empecinados por la pista y atravesamos un enorme bosque de altos chopos, siguiendo el curso del arroyito hasta que llegamos a un lugar que nos brindó un buen espectáculo: una preciosa cascada que resbalaba por una ladera de musgo.






No pudimos resistir subir para ver de dónde caía el agua y nos llevamos otra sorpresa al ver la preciosa charca de La Toba y el reguerillo que desde arriba y, haciendo varias cascadas, la alimenta. Hubiéramos querido subir para ver el origen del agua pero todavía nos quedaba mucha ruta y ya habíamos hecho una extensión que estaba previsto que no estuviera prevista, jeje.



Volvimos sobre nuestros pasos y llegamos al poste de PR que habíamos visto antes y por donde teníamos que cruzar el arroyo y seguimos por la bonita senda pasando por arriba o por debajo de pinos caídos de vez en cuando y vadeando el río alguna que otra vez.










Hay momentos en que la fresca hierba hace que la senda no sea ni intuible, pero hay que seguir la dirección del agua. Abocamos a una pista por la que subiremos después y al poco cruzamos un puente sobre el arroyo que en seguida nos dejará en el área recreativa de la Fuente del Regajo. Lugar éste con fuente, pealleros, mesas a cubierto y al descubierto. Nosotros elegimos este lugar para almorzar en las mesas de madera bien cuidadas a la sombra.



Tras degustar las viandas continuamos y volvimos a vadear el río otras veces, siempre circulando por las frescas sendas.








Estábamos llegando a la zona de los estrechos y hay un punto en el que vemos un poste que indica que la ruta se bifurca en dos posibilidades, continuar por monte o por el agua. Con gusto hubiéramos continuado por el agua y llegar a los estrechos que estaban ya muy cerca, pero no se puede hacer todo el mismo día y decidimos dejarlo pendiente para otra ocasión.



En su lugar, continamos unos metros y vimos una poza apta para refrescarnos y nos cambiamos para darnos la recompensa del bañito en las frescas aguas.



Tras el baño volvimos a retroceder por donde habíamos venido hasta el cruce de la pista que vimos antes y en subida fuimos ganando metros de desnivel. Llegamos al desvío señalizado con un poste con las marcas de PR que indica la subida a los miradores, pero al comprobar lo empinado de la senda y dada la hora que era, decidimos por unanimidad el seguir directos hasta los coches. Continuamos por la pista y hay un momento en que las marcas nos sacan de la pista por la izquierda en fuerte ascenso y enseguida llegamos a la Ermita y a los coches.

En esa subida nos vimos rodeados por muchísimas moscas que molestaban bastante y cuando llegamos arriba comprobamos la razón de ello. Habían acabado de fertilizar el campo anejo a la Ermita y el olor era insoportable para nosotros pero muy atractivo para las moscas, por lo que nos vimos obligados a despreciar la fuente de la Ermita y meternos rápidamente en el coche para buscar otro lugar. Cruzamos Sinarcas y en una aldea que había a la derecha nos apartamos y en su fuente y en plena Plaza de España, procedimos al refrescante baño de pies y a hacer la foto de grupo.




Una preciosa ruta que destaca por lo fresca que resulta, dado que en todo momento estás protegido del sol por la vegetación y con la agradable sensación de estar pisando frondosas sendas de hierba y con el ruido del arroyo animándonos. Cuesta entender que una ruta que esté tan próxima a Valencia, sencilla de realizar dado el poco desnivel, buenas vistas desde los miradores y con las sensaciones tan gratificantes que proporcionan la visita a La Toba y su cascada y los demás puntos de interés, esté tan poco visitada como muestran sus sendas.

Una ruta muy recomendable para verano y que además se puede facilmente hacer más corta o más larga según convenga.





Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track pulsando aquí: PABLOONCE

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